19 de noviembre

SANTA MARÍA, MADRE DE LA DIVINA PROVIDENCIA,
PATRONA DE PUERTO RICO
Solemnidad

PRIMERA LECTURA
Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado

Lectura del primer libro de las Crónicas 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2
     En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar el arca del Señor al lugar que le había preparado. Luego reunió a los hijos de Aarón y a los levitas. Luego los levitas se echaron los varales a los hombros y levantaron en peso el arca de Dios, tal como había mandado Moisés por orden del Señor. David mandó a los jefes de los levitas organizar a los cantores de sus familias, para que entonasen cantos festivos acompañados de instrumentos, arpas, cítaras y platillos. Metieron el arca de Dios y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión a Dios y, cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor. Palabra de Dios.

Salmo responsorial Lc 1, 46-47. 48-49. 50-51. 52-53. 54-55 (R.: 49)
R.
EL PODEROSO HA HECHO OBRAS GRANDES POR MÍ: SU NOMBRE ES SANTO.

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador. R.
Porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. R.
Y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón. R.
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. R.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia —como lo había prometido a nuestros padres— en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. R.

SEGUNDA LECTURA
Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 4, 4-7 4, 4-7
    Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. Como sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: «¡Abba! Padre.» Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios. Palabra de Dios.

Aleluya y versículo antes del Evangelio Lc 1, 28
Alégrate, María, llena de gracia. El Señor está contigo. Bendita tú entre las mujeres.

EVANGELIO
Y la madre de Jesús estaba allí

+ Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1-11
    En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: —«No les queda vino.» Jesús le contestó: —«Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.» Su madre dijo a los sirvientes: —«Haced lo que él diga.» Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: —«Llenad las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: —«Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.» Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: —«Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.» Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él. Palabra del Señor.
 

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