DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO
Ciclo B
PRIMERA LECTURA
Coman de mi pan y beban del vino que les he preparado
Del libro de los Proverbios 9, 1-6
La sabiduría se ha edificado una casa, ha preparado un banquete, ha mezclado el
vino y puesto la mesa. Ha enviado a sus criados para que, desde los puntos que
dominan la ciudad, anuncien esto: "Si alguno es sencillo, que venga acá". Y a
los faltos de juicio les dice: "Vengan a comer de mi pan y a beber del vino que
he preparado. Dejen su ignorancia y vivirán; avancen por el camino de la
prudencia". Palabra de Dios.
Salmo Responsorial (Del salmo 33)
R.
HAZ LA PRUEBA Y VERÁS QUE BUENO ES EL SEÑOR.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento
orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo.
R.
Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a los que lo aman. El rico
empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor, nada le falta.
R.
Escúchame, hijo mío: voy a enseñarte cómo amar al Señor. ¿Quieres vivir y
disfrutar la vida? Guarda del mal tu lengua y aleja de tus labios el engaño.
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y ve tras ella.
R.
SEGUNDA LECTURA
Traten de entender cuál es la voluntad de Dios
De la carta del apóstol san Pablo a los
Efesios 5, 15-20
Hermanos: Tengan cuidado de portarse no como insensatos, sino como
prudentes, aprovechando el momento presente, porque los tiempos son malos. No
sean irreflexivos, antes bien, traten de entender cuál es la voluntad de Dios.
No se embriaguen, porque el vino lleva al libertinaje. Llénense, más bien, del
Espíritu Santo; expresen sus sentimientos con salmos, himnos y cánticos
espirituales, cantando con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den
continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en el nombre de nuestro
Señor Jesucristo. Palabra de Dios.
Aclamación antes del Evangelio (Jn 6, 56)
R. Aleluya, aleluya.
El que come mi carne y bebe mi sangre,
permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
R. Aleluya.
EVANGELIO
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
Del santo evangelio según san Juan 6, 51-58
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo, que ha bajado
del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy
a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida". Entonces los judíos se
pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?" Jesús
les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben
su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi
sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es
verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi
sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la
vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mí. Éste es el pan
que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues
murieron. El que come de este pan vivirá para siempre". Palabra del Señor.